Por Erika Arrieta Melgarejo
Cuando estábamos esperando –durante más de media hora- a Carlos Mario en la Plaza España para irnos rumbo a Calafell, puedo asegurar que ninguno se imaginaba que el conocido relevo de ‘la aguja de oro’ iba a recompensar con creces la espera. Junto a Carlos Mario, ahora también conocido como un gran maestro de la improvisación folclórica, la ‘muerte’ (nuestro Jairito), su madre, (y no se la estamos mentando), la ya peculiar e irremplazable Nancy y el resto del combo convertimos el viaje de vuelta en un recuerdo para todos: inolvidable.
Después de la presentación (que estuvo muy bien por cierto) incluída la caminata de un kilómetro por el Paseo Marítimo de Calafell, solos y bailando, terminamos debajo de carpas bajo la lluvia disfrutando, no de un sancocho, sino de una comida ‘multiétnica’.
Todo eso sin dejarnos de reír de nuestra principal “preocupación”: frenar a Nancy, quien insistía en agradecer, a su manera, el detalle de los organizadores, que se portaron ‘de ataque’ con nosotros.
Pero las risas ininterrumpidas en el viaje de regreso fueron la guinda de un pastel muy laborioso y trabajoso de cocinar (y sino pregúntenles a Alex, Mario, Conchi, Hebert, pero sobre todo a Deisy y Mary que lavaron los disfraces, cocieron algunas caretas y prepararon los refrigerios el día anterior, mientras descansaban de darle biberones a sus angelitos).
Y el bus que no entraba
Llegamos pasadas las cuatro de la tarde. Un sol de infarto, playa, brisa y un pueblo muy bonito, pero poco acostumbrado a que estrellas tan ‘relucientes’ paseen por su casco comercial con un autobús, tan alto como si fuera de dos pisos y tan largo que nada tenía que envidiarle al ‘Nojoda’.
Montse, una de las organizadoras nos tenía preparada
La muerte como siempre sobrada en su actuación, pero alerta, porque ya sabe que tiene reemplazo. Eso sí, su encantó conquistó a una ‘yaya’ que intentó besarlo en la boca, unos ‘lindos’ nenitos que no dejaron de pellizcarle el trasero para ver si de verdad estaba en huesos y muchas cámaras haciéndole fotos.
Las cumbiamberas, como siempre lindas y alegres. Los cumbiamberos, bulleros y sabrosones. Esta vez las banderas fueron ondeadas por
Pero lo mejor de todo, como ya les conté, fue el regreso. Alex, gracias a su agudo instinto felino, decidió embarcar en el autobús los tambores. Gracias a ello descubrimos una nueva faceta de nuestro ‘aguja de oro’, la improvisación folclórica. Carlos Mario se paso el recorrido resumiendo en verso todo lo que habíamos vivido durante el viaje. Para cada uno hubo un poquito, sólo fue benévolo con Mario, porque como estaba sentado al lado de Nancy dijo “con lo que lleva al lado tiene bastante”.
Un 20 para todos
Nancy, sin palabras, solo un besote de parte de todos por ser como eres. Conchi, siempre al tanto de los detalles, te sobraste. Alex, nuestro ágil empresario, Mario, pendiente de las banderas, Hebert de las fotos y la logística, Mary y Deisy organizando. Xime haciendo un esfuerzo enorme estuvo genial al igual que Yanet que después se fue a trabajar a Sitges. Andrés (la muerte II) siempre con su novia Nataly, alemana pero ya currambera por adopción.
La reina del 2007 no habla, hoy sólo describe. Besitos y que viva BQB!!
Comentarios
me encnata que tengais esta pagina .asi mi pareja la mira de continuo y le encanata todo lo que tiens que ver con barranquilla.. y su caranval..